Por Jiwan Shakti Kaur

7 es el número de estructuras, como los 7 chakras, las 7 notas musicales, los 7 días de la semana, los 7 planetas principales, los 7 colores, las 7 generaciones en las que se refleja el karma… Y de visión: el séptimo día de la creación fue uno de contemplación.
7 también es la visión interna proyectada en el Aura (el séptimo cuerpo energético), junto con nuestro estado de salud física y mental que se muestra y refleja. Atrae y repele a través del Aura.
Relacionado con el séptimo Gurú de la tradición Sikh, Gurú HarRai, el Dharma del séptimo es la capacidad de perdonar, de dejar ir y estar en el presente. Conciencia y comprensión. De hecho, el perdón aumenta la capacidad de percibir, de entender el sufrimiento de los demás al reconocer y dar espacio a cada ser. Solo de esta manera el Aura puede permanecer fuerte e infundir un sentido de seguridad y confianza.
En contraste, el Karma del 7 es su opuesto: quedarse en el pasado. A través del resentimiento, la ira, el miedo, la culpa, la búsqueda de respuestas… cualquier enganche al que nos aferremos, con nuestras mentes y corazones vueltos hacia atrás, buscando un “por qué”, una razón. El pasado es pasado, y la única forma de cambiarlo es cambiar nuestra perspectiva a través del perdón.
Julio es el mes perfecto para hacer este cambio si aún no lo hemos hecho. Podemos evaluar cómo ha ido el año hasta ahora y evaluar si hemos estado a la altura de nuestras capacidades y nuestra visión para este año. Si no todo ha salido según lo planeado, aún estamos a tiempo de rediseñar los próximos meses, perdonándonos por lo que no ha sucedido. Avanzar. Aceptar que el pasado ya no existe. Por mucho que haya sido el sufrimiento infligido, ha terminado. Ese tiempo ya no existe. Ya no hay enemigos y ya no hay miedo.
Nirvair es el mantra perfecto para esta época del año, y ahora, mientras lees estas líneas y dejas de aferrarte al pasado para liberarte hacia el futuro. Sin enemigos, sin miedo.
El cerebro vuelve a lo antiguo si no le ofrecemos un nuevo camino hacia adelante. Incluso si fue doloroso. El cerebro vuelve a lo conocido porque nos hizo “sobrevivir”. Si queremos “vivir”, debemos educarlo lo mejor que podamos. Utilizar todas sus capacidades para llevarnos a donde queremos ir. Vivir nuestra visión. Nuestra verdadera historia. Y limpiar y fortalecer el Aura es una de esas formas.
Una sugerencia para este mes es practicar la meditación del Escudo Divino para la Protección y la Positividad. Como dice la introducción a la meditación: “Es difícil enfocarse en sentimientos y sensibilidades elevados si te sientes asustado y desprotegido”. Así que el primer trabajo a realizar es superar el miedo y la sensación de aislamiento. El perdón hace el resto: “…La compasión del universo te eleva y te expande. Proporciona un escudo divino que te acompaña en las pruebas y tribulaciones. Esta meditación hace exactamente eso. Si la practicas regularmente, te volverás positivo, intrépido y feliz. Nada te detendrá mientras persigues tus metas”.
Pruébalo para creerlo.